Un vino complejo en el que se realzan las virtudes de la Palomino Fino para los vinos de crianza. Procedente del pago de Macharnudo Bajo, uno de los más característicos en la elaboración de los vinos de Jerez, conocido por sus tierras blancas de albariza. Aromas florales, a panadería fina y frutos secos se ensamblan para poner de relieve las características de los vinos de crianza, conjugándose con gran delicadeza aromas primarios, secundarios y terciarios.
Su fermentación se produce en botas de roble americano envinadas con amontillados y olorosos. Tras ella, un proceso de crianza en presencia de las lías finas, con batonnages quincenales para resuspender las lías genera un vino untuoso de acidez media y de aromas delicados y sutiles con reminiscencias a la elaboración tradicional de los vinos de Jerez.
Palomino 90% y Moscatel 10%
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